El embarazo es una etapa maravillosa en la vida de una mujer, pero es también una etapa repleta de cambios físicos, emocionales y hormonales. Una vez que hemos dado a luz, tenemos dedicación plena a nuestro bebé y sus cuidados, pero no debemos olvidarnos de nuestra propia salud y bienestar. El cuerpo va volviendo a la normalidad poco a poco, pero muchas mujeres sufren en silencio ciertos signos o síntomas simplemente porque lo consideran normal. Tener dolor, escapes de orina o gases, problemas para retomar las relaciones sexuales, sensación de pesadez en la vagina o estreñimiento, no es normal; ni siquiera tras haber pasado por un embarazo. POSPARTO El puerperio o posparto es el período después del parto en el que el cuerpo va recuperando su estado previo al embarazo. Normalmente se dice que comprende las 6 semanas posteriores al alumbramiento, las cuales son conocidas como cuarentena. Pero no todas las mujeres siguen el mismo ritmo de recuperación y esto va a depender de diferentes factores. La forma de parto o el tiempo, instrumentalización o epidural van a influir significativamente en los síntomas de la madre. Si bien el posparto inmediato abarca los primeros días tras dar a luz, desde un punto de vista terapéutico lo subdividimos en dos períodos, con el fin de llevar a cabo las recomendaciones que más se ajusten a las necesidades de la mujer en cada etapa. Así, tenemos el puerperio durante los días que permanece la mamá en el hospital, normalmente las primeras 48 horas tras el parto. A partir de aquí y hasta el final de la llamada cuarentena, podríamos denominarlo posparto precoz. Primeras 48 horas Lo primero de todo, DESCANSA. Evita estar de pie durante mucho tiempo y no cargues peso. Come e hidrátate adecuadamente. Vigila y corrige tu POSTURA cuando estés sentada o de pie, sobre todo durante la lactancia, ya que pasarás mucho de tu tiempo amamantando a tu bebé. Realiza EJERCICIOS SUAVES de pies y tobillos para mantener la circulación sanguínea, así como entrenar la respiración, trata de sentir como la parte inferior del abdomen se mete hacia dentro cuando sueltas el aire y cómo se relaja cuando lo coges. En caso de episiotomía o cesárea LAVA Y SECA bien la cicatriz. Evita RELACIONES SEXUALES A partirdelas 48 horas y hasta las primeras 6-8 semanas Continúa con las mismas pautas anteriores . Puedes utilizar un CINTURÓN PÉLVICO (no una faja abdominal) para evitar el dolor excesivo y ayudar a que los músculos recuperen su función. Corrige tu postura al defecar para evitar el ESTREÑIMIENTO , y cuida tu alimentación para evitarlo. • Empieza a contraer los músculos del SP mediante ejercicios de KEGEL. Protege tu SP en aquellas situaciones que generen aumentos de presión: tos, estornudos, coger al bebé… El cuerpo materno ha sufrido una gran transformación en las 40 semanas de gestación, durante la cuarentena, el cuerpo está sometido a numerosos cambios que suponen un verdadero esfuerzo, físico y emocional, por eso requerirá de al menos otros nueve meses para recuperar la normalidad sin duda esto dependerá de cada circunstancia personal, del número de partos y de los cuidados antes, durante y después del embarazo. Es lo que conocemos como posparto tardío. Transcurridas seis semanas tras el parto, algunos de los síntomas que podemos encontrarnos son las incontinencias urinaria y fecal, prolapsos o descenso de los órganos pélvicos o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia). Durante este período es conveniente llevar a cabo una serie de autocuidados y es un buen momento para acudir a un fisioterapeuta especialista en osbtetricia, con el fin de ayudarte en el proceso. A partir de las 6-8 semanas Continúa con las mismas pautas anteriores. Acude a tus revisiones con los profesionales sanitarios: matrona y ginecología Lleva a cabo un programa de actividad física posparto ayudándote de profesionales cualificados. Es momento para empezar a trabajar sobre las cicatrices en caso de CESÁREA o de EPISIOTOMÍA. Acude a un fisioterapeuta especializado en Fisioterapia Uroginecológica para que valore tu postura, competencia abdominal, diástasis, SP y otras consecuencias derivadas del parto. Resulta de gran ayuda en caso de incontinencia urinaria, prolapsos, incontinencia fecal, hemorroides, dolor durante las disfunciones sexuales u otros signos y síntomas. El fisioterapeuta obstétrico diseñará un programa de entrenamiento posparto adecuado a la situación personal de cada mujer. En próximos post hablaremos de los ejercicios de Kegel, hipopresivos y otros conceptos que os podrán ayudar a conocer cómo podemos ayudaros. Artículo escrito por: Raquel Engelmo Alejandro
Fisioterapia en el Suelo Pélvico
Aunque cada vez se oye hablar más sobre Fisioterapia del suelo pélvico, esta especialidad sigue siendo algo desconocida, por ello vamos a explicar brevemente en qué consiste con este sencillo artículo. El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos(vejiga y uretra, recto, y útero y vagina en el caso de las mujeres) en una posición adecuada porque de ello depende su correcto funcionamiento. Además de esta función de sostén, tiene una función sexual y una función reproductiva durante el embarazo y el parto. La musculatura del suelo pélvico, como cualquier otra musculatura de nuestro cuerpo puede sufrir alteraciones, como dolor, debilidad…y es por ello que también se puede tratar con fisioterapia. ¿Cuáles son los factores qué pueden contribuir a debilitar nuestro suelo pélvico? El embarazo y el parto, deportes de impacto, obesidad, estreñimiento crónico , enfermedades respiratorias crónicas, cirugías ginecológicas y cirugías de próstata en el caso de los varones. Un suelo pélvico debilitado puede provocar incontinencia urinaria, dolor, prolapsos ( caída de los órganos pélvicos) , incontinencia fecal, dolor de espalda e incluso disfunciones sexuales como vaginismo o disfunción eréctil. ¿ Cómo podemos tratar estas disfunciones? En la fisioterapia uroginecológica disponemos de distintas herramientas para todo ello: Reeducación miccional, consejos miccionales: enseñar lo que debe y lo que no debe hacer con respecto a sus hábitos miccionales. Toma de conciencia: primer objetivo, adquirir conciencia de la musculatura de su suelo pélvico y aprender a contraer y relajar voluntariamente. Técnicas de relajación muscular ( masaje perineal). Técnicas de entrenamiento vesical. Técnicas de electroestimulación: colocando un electrodo vaginal o electrodos sobre la piel, se aplican corrientes eléctricas de una determinada intensidad y duración para tonificar la musculatura. En cuanto al embarazo debemos saber que es muy importante una adecuada preparación física de las mamás para prevenir posibles problemas futuros y un parto lo menos agresivo para su suelo pélvico. Siendo por tanto una población que se beneficiará de manera importante con fisioterapia uroginecológica durante el embarazo y el postparto. – Raquel Engelmo – Fisio-osteópata de Clínica Plenum