¿Cuántos de vosotros habéis brindado el 31 con un montón de propósitos en la cabeza para este 2020?
- Empezar a ir al gimnasio o hacer deporte.
- Empezar dieta.
- Cuidarse más.
- Apuntarse a alguna formación.
- Quedar con esos amigos que hace mucho que no veo…
Y la lista podría seguir hasta hacerse infinita. Sin embargo, hoy no os escribimos simplemente para contaros esto, que ya lo sabéis; hoy nuestra intención es dejaros unas sencillas claves para formular nuestros propósitos de forma que nos sea lo más sencillo posible cumplirlos.
Preguntas iniciales:
Muchas veces los propósitos fallan desde el momento que los decimos en alto, por ser demasiado genéricos, ambiciosos, imposibles, poco importantes…
Por eso antes de formular tu propósito en alto y comprometerte con ello te propongo que cojas papel y boli y respondas a las siguientes preguntas en relación a esa idea que te ronda en la cabeza:
¿Qué es lo que realmente quiero?
¿Me hace feliz conseguirlo?
¿Es un propósito realista? (quiere decir si cuento con los recursos y los medios para conseguirlo)
¿Lo veo posible? ¿Creo que puedo conseguirlo y confío en mis capacidades para hacerlo?
La importancia de saber PARA QUÉ:
Si nuestro propósito no tiene una utilizad clara tenemos una alta probabilidad de fracasar. Ahora escribe en ese papel:
Quiero conseguir mi propósito………. Para:
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¿Por qué es importante para mí conseguirlo? ¿Cuánta importancia tiene en mi vida? Haz tu lista de prioridades, ¿Dónde se encuentra tu propósito?
Estas preguntas nos ayudarán a priorizar, cuanto más importante sea para nosotros el propósito más probable es que nos impliquemos en cumplirlo. Si cuando respondo a estas preguntas veo que no es muy importante o muy útil para mí en este momento, no quiere decir que tenga que olvidarme de ello, pero sí evitará que me culpabilice si no llego a cumplirlo por haber dedicado tiempo a otras cosas que consideraba más útiles o importantes.
El cuándo y el cómo:
Sé lo más específica posible, intenta desgranar todos los detalles sobre cuando y cómo vas a poner en marcha tu propósito; qué puede pasar mientras vas dando los pasos para conseguirlo y cómo actuarás en esas situaciones.
No comentas el error de decir el 1 de enero empiezo la dieta con la nevera llena de sobras de la cena del 31 y los reyes por llegar. ¡¡Póntelo fácil!!
Atención plena:
Cada paso hacia tu propósito es importante, merece toda tu atención y que disfrutes del camino y la satisfacción de ir avanzando.
Haz una lista con todos los pasos que crees que debes dar para llegar a la meta final, dedica un tiempo a cada uno de estos pasos, un tiempo para ti y tu propósito personal. Intenta sentir y estar presente en estos momentos, de forma plena, sin atender a otras preocupaciones o tareas por hacer. ¡Es un tiempo reservado para ti!
No hay plan B:
Las excusas son las enemigas de nuestro propósito, las dudas y el miedo a los cambios pueden venir a visitarnos, pero no vamos a invitarles a entrar a nuestro 2020. Has planificado tu propósito, tienes seguridad y recursos para conseguirlo, es hora de comenzar.
¡Ánimo y feliz 2020!
Y recuerda, los profesionales de Plenum estaremos encantados de ayudaros con estos nuevos propósitos para mejorar vuestra salud. Un saludo a todos.
Artículo escrito por:
Lara Jiménez Martín
Psicóloga sanitaria y deportiva
Nº colegiado: CL-4751